La palabra «soflama» se utiliza para designar de forma despectiva a un discurso, más bien una perorata, dicho con vehemencia y apasionamiento pero que los oyentes o receptores consideran de poca importancia.
¿Qué son los ensayos sino soflamas, y a quién importan sino al ser aquel que sucumbe a los encantos de sus preocupaciones ontológicas y da vida a criaturas salvajes que jamás le obedecerán?